Es aire, sólo el aire, quien te besa,
el aire que lamiendo está la llama,
el aire que te envuelve y te reclama,
que libera tu vuelo y que lo apresa.
Es aire, sólo el aire, en que la espesa
sangre del corazón de aquel que ama
vence al silencio donde se derrama
la palabra trocada en fiel pavesa.
Es aire la verdad que desafía
al frío, la distancia y esa boca
ciega a la sed ajena y su agonía
que siembra su existir en otra boca.
Máteme el beso de tu alevosía
brotado en punta de coral de roca.
el aire que lamiendo está la llama,
el aire que te envuelve y te reclama,
que libera tu vuelo y que lo apresa.
Es aire, sólo el aire, en que la espesa
sangre del corazón de aquel que ama
vence al silencio donde se derrama
la palabra trocada en fiel pavesa.
Es aire la verdad que desafía
al frío, la distancia y esa boca
ciega a la sed ajena y su agonía
que siembra su existir en otra boca.
Máteme el beso de tu alevosía
brotado en punta de coral de roca.
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