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sábado, 2 de octubre de 2021

"Soneto: esta cabeza, cuando viva, tuvo", de FÉLIX MARÍA LOPE DE VEGA CARPIO (ESPAÑA, 1562-1635, d.n.e.)

Esta cabeza, cuando viva, tuvo
sobre la arquitectura de estos huesos
carne y cabellos, por quien fueron presos
los ojos que mirándola detuvo.

Aquí la rosa de la boca estuvo,
marchita ya con tan helados besos
;
aquí los ojos, de esmeralda impresos,
color que tantas almas entretuvo;

aquí la estimativa, en quien tenía
el principio de todo movimiento;
aquí de las potencias la armonía.

¡Oh hermosura mortal, cometa al viento!
¿En donde tanta presunción vivía
desprecian los gusanos aposento?






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lunes, 22 de marzo de 2021

"No a las palomas concedió Cupido", de LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE (ESPAÑA, 1561-1627 d.n.e.)

Estrofa XLII perteneciente a la "Fábula de Polifemo y Galatea", de Luis de Góngora y Argote.



No a las palomas concedió Cupido
juntar de sus dos picos los rubíes,
cuando al clavel, el joven atrevido,
las dos hojas le chupa, carmesíes
.
Cuantas produce Pafo, engendra Gnido,
negras víolas, blancos alhelíes,
llueven sobre el que Amor quiere que sea
tálamo de Acis ya, y de Galatea.


Que ordenados los hipérbatos quedaría: No concedió [aún] Cupido a las palomas juntar los rubíes de sus dos picos, cuando el joven atrevido le chupa al clavel las dos hojas carmesíes [le roba un beso]. Sobre el que Amor quiere ya que sea tálamo de Acis y Galatea, llueven cuantas violas negras produce Pafo [y cuantos] blancos alhelíes engendra Gnido [consentido el beso, se consuma ya todo].




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domingo, 12 de agosto de 2018

"Tenéis, señora, en la graciosa boca", de autor ANÓNIMO (España, siglo XVII d.n.e.).

Tenéis, señora, en la graciosa boca
tan bella y soberana compostura,
que es de mi alma la mayor cordura
vivir por ella rematada y loca.

¡Mil veces dichosísimo quien toca
lugar tan bello y goza su dulzura!
,
pues a mí la paciencia y la cordura
con sólo contemplarlo se me apoca;

y es esto en tanto extremo, que, aunque el hombre
que en una cosa honesta, santa o bella
pone la boca tiene infame nombre,

vuestra boca me obliga a apetecella;
de suerte que, aunque cobre este renombre,
yo quisiera poner mi boca en ella.


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