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miércoles, 14 de diciembre de 2022

"Soneto: La lumbre, que murió de convencida", de FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS (ESPAÑA, 1580-1646 d.n.e.)

La lumbre, que murió de convencida
con la luz de tus ojos y, apagada
por sí, en el humo se mostró enlutada:
exequias de su llama ennegrecida.

Bien pudo blasonar su corta vida
que la venció beldad tan alentada
que, con el firmamento en estacada,
rubrica en cada rayo una herida.

Tú, que la diste muerte, ya piadosa
de tu rigor, con ademán travieso
la restituyes vida más hermosa.

Resucitola un soplo tuyo impreso
en humo, que en tu boca es milagrosa
aura que nace con facción de beso.





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miércoles, 7 de diciembre de 2022

"Glosa de las vacas", de CRISTÓBAL DE CASTILLEJO (ESPAÑA, 1490?-1550, d.n.e.)

"Escena pastoral" de Abraham Bloemaert (1564-1651)



Guárdame las vacas,
carillejo y besarte he;
si no, bésame tú a mí,
que yo te las guardaré.

En el troque que te pido,
Gil, no recibes engaño;
no te muestres tan extraño
por ser de mí requerido.
Tan ventajoso partido
no sé yo quién te lo dé,
Si no, bésame tú a mí,
que yo te las guardaré.

Por un poco de cuidado
ganarás de parte mía
lo que a ninguno daría
si no por don señalado.
No vale tanto el ganado
como lo que te daré.
Si no, dámelo tú a mí,
que yo te las guardaré.

No tengo necesidad
de hacerte este favor,
sino sola la que amor
ha puesto en mi voluntad.
Y negarte la verdad
no lo consiente mi fe.
Si no, quiéreme tú a mí,
que yo te las guardaré.

Oh, cuántos me pidirían
lo que yo te pido a ti,
y en alcanzarlo de mí
por dichosos se tendrían.
Toma lo que ellos querrían,
haz lo que te mandaré.
Si no, mándame tú a mí,
que yo te las guardaré.

Mas si tú, Gil, por ventura
quieres ser tan perezoso,
que precies más tu reposo
que gozar de esta dulzura,
yo, por darte a ti holgura,
el cuidado tomaré.
Que tú me beses a mí,
que yo te las guardaré.

Yo seré más diligente
que tú sin darme pasión,
porque con el galardón
el trabajo no se siente;
y haré que se contente
mi pena con el porqué.
Que tú me beses a mí,
que yo te las guardaré.




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lunes, 24 de octubre de 2022

" Romance: No pueden los sueños, Floris", de FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS (ESPAÑA, 1580-1645)

"Aurora y Céfalo", de Baron Pierre Narcisse Guérin (1810)


No pueden los sueños, Floris
ofender prendas divinas,
pues permiten a las almas
el mentir para sí mismas.

Prevenir un sueño quiero,
que, por hacerme caricias,
hurtó mis ojos al llanto,
que los aniega la vista.

Soñé (gracias a la noche),
no sé, Floris, si lo diga
(mas perdona, que los sueños
no saben de cortesía),

que estaban entre mis brazos,
pues eres, diosa divina,
de un amante bullicioso
las obras ejecutivas.

Soñaba el ciego que veía
y soñaba lo que quería.

Tus voces y tus razones
me di, Floris, tanta prisa
a beberlas de tu boca,

que me excusaba de oírlas.

Es no decir lo que vi
apiadarme de la envidia,
y guardar para mí solo
mis glorias con avaricia.

Lo que tocaron mis manos,
adiestradas de mentiras,
no lo darán por el cetro
de todas las monarquías.

Hechas demonios, andaban
tentando abajo y arriba,
y al escondite jugaban
mis obras con tu basquiña.

Soñaba el ciego que veía
y soñaba lo que quería.

Andúvete con la boca
rosa a rosa las mejillas,

y aun dentro de tus dos ojos
te quise forzar las niñas.

Dime una hartazga de cielo
en tan altas maravillas;
maté la hambre al deseo,
y enriquecí la codicia.

No hay estación en tu cuerpo
que no adore de rodillas;
con mis cuentas en la mano,
lloré en la postrer ermita.

De beso en beso me vine,
tomándote la medida,
desde la planta al cabello,
por rematar en las Indias.

El apetito travieso,
con sola mi fantasía,
más entremetido andaba
que fraile con bacinica.

Andando de esta manera,
topé con las barandillas,
desperté con un chichón,
estando en la cuna el día.

Perdona el sueño sabroso
lisonjeras demasías,
que, aun despierto, en la memoria
me están haciendo cosquillas.

Soñaba el ciego que veía
y soñaba lo que quería.





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jueves, 4 de agosto de 2022

"Pues quita al año Primavera el ceño", de de FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS (ESPAÑA, 1580-1646 d.n.e.)

"Cupido y Psique", de John Hoppner (1785)


Pues quita al año Primavera el ceño
y el verano risueño
restituye a la tierra sus colores,
y en donde vimos nieve vemos flores,
y las plantas vestidas
gozan las verdes vidas
dando, a la voz del pájaro pintado,
las ramas sombras y silencio el prado,
ven, Aminta, que quiero
que, viéndote primero,
agradezca sus flores este llano
más a tu blanco pie que no al verano.

Ven; veraste al espejo de esta fuente,
pues, suelta la corriente
del cautiverio líquido del frío,
perdiendo el nombre, aumenta el suyo al río.
Las aguas que han pasado
oirás por este prado
llorar no haberte visto, con tristeza;
mas en las que mirares tu belleza,
verás alegre risa,
y cómo las dan prisa,
murmurando su suerte a las primeras,
por poderte gozar las venideras.

Si te detiene el sol ardiente y puro,
ven, que yo te aseguro
que, si te ofende, le has de vencer luego,
pues se vale él de luz y tú de fuego;
mas si gustas de sombra,
en esta verde alfombra
una vid tiene un olmo muy espeso
(no sé si diga que abrazado o preso)
y a sombra de sus ramas
le darán nuestras llamas,
ya los digan abrazos o prisiones,
invidia al olmo y a la vid pasiones.

Ven, que te aguardan ya los ruiseñores,
y los tonos mejores,
porque los oigas tú, dulce tirana,
los dejan de cantar a la mañana.
Tendremos invidiosas
las tórtolas mimosas,
pues, viéndonos de gloria y gusto ricos,
imitarán los labios con los picos:
aprenderemos dellas
soledad y querellas,
y, en pago, aprenderán de nuestros lazos
su voz requiebros y su pluma abrazos.

¡Ay, si llegases ya, qué tiernamente,
al ruido de esta fuente,
gastáramos las horas y los vientos,
en suspiros y músicos acentos
Tu aliento bebería
en ardiente porfía

que igualase las flores de este suelo
y las estrellas con que alumbra el cielo,
y sellaría en tus ojos,
soberbios con despojos,
y en tus mejillas sin igual, tan bellas,
sin prado, flores, y sin cielo, estrellas.

Halláramos aquí la blanca Aurora
riendo, cuando llora;
la noche, alegres, cuando en cielo y tierra
tantos ojos nos abre como cierra.
Fuéramos cada instante
nueva amada y amante:
y ansí tendría en firmeza tan crecida
la muerte estorbo y suspensión la vida;
y vieran nuestras bocas,
en ramos de estas rocas,
ya las aves consortes, ya las viudas,
más elocuentes ser cuando más mudas.





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lunes, 7 de febrero de 2022

"Soneto: ¡Ventura prisión!", de LUDOVICO ARIOSTO (ITALIA, 1474-1533 d.n.e.)


¡Venturosa prisión, cárcel suave,
no por amor, no por venganza fiera,
me tiene la más linda carcelera
a quien es bien que agradecido alabe!

Otros cautivos, al sonar la llave,
temen llegada su hora postrimera;
mas yo me alegro, que el placer me espera,
no juez severo ni sentencia grave.

Me aguarda el más cortés recibimiento,
libre plática exenta de embarazos,
dulces halagos y caricias siento:

de cadenas en vez floridos lazos,
y besos sabrosísimos sin cuento,
y largos, estrechísimos abrazos.





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viernes, 28 de enero de 2022

"De pura honestidad templo sagrado", de LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE (ESPAÑA, 1561-1627 d.n.e.)


De pura honestidad templo sagrado,
cuyo bello cimiento y gentil muro
de blanco nácar y alabastro duro
fue por divina mano fabricado;

pequeña puerta de coral preciado

claras lumbreras de mirar seguro
que a la esmeralda fina el verde puro
habéis para viriles usurpado;
soberbio techo, cuyas cimbrias de oro
al claro sol, en cuanto en torno gira,
ornan de luz, coronan de belleza;

ídolo bello, a quien humilde adoro,
oye piadoso al que por ti suspira,
tus himnos canta, y tus virtudes reza.





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viernes, 31 de diciembre de 2021

"Gentil caballero", ANÓNIMO (ESPAÑA, S. XVI, d.n.e.)

Poema perteneciente a la lírica tradicional castellana.




Gentil caballero,
dédesme hora un beso,
siquiera por el daño
que me habéis fecho.

Venía el caballero,
venía de Sevilla,
en huerta de monjas
limones cogía,
y la prioresa
prendas le pedía:
siquiera por el daño
que me habéis fecho.



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sábado, 25 de diciembre de 2021

"Cuál es la causa, mi Damón, que estando", de FRANCISCO DE ALDANA (ESPAÑA, 1537-1578, d.n.e.)


-¿Cuál es la causa, mi Damón, que estando
en la lucha de amor juntos, trabados,
con lenguas, brazos, pies y encadenados
cual vid que entre el jazmín se va enredando,

y que el vital aliento ambos tomando
en nuestros labios, de chupar cansados,
en medio a tanto bien somos forzados
llorar y sospirar de cuando en cuando?

-Amor, mi Filis bella, que allá dentro
nuestras almas juntó, quiere en su fragua
los cuerpos ajuntar también, tan fuerte

que no pudiendo, como esponja el agua,
pasar del alma al dulce amado centro,

llora el velo mortal su avara suerte.





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viernes, 10 de diciembre de 2021

"El vulgo comúnmente se aficiona", soneto ANÓNIMO (ESPAÑA, siglo XVI, d.n.e.)


El vulgo comunmente se aficiona
a la que sabe que es donzella y moça,
porque assi le pareze al que la goça
que le coge la flor de su persona.

Yo para mi mas quiero una matrona
que con mil artificios se remoza,
y por gozar de aquel que la retoza
una hora de la noche no reposa.

La donzella, nada haze de su parte,
quando la goçan, cosa que aproveche,
ni se menea ni da los dulces besos;

mas la otra lo haze de tal arte
y amores os dira, que miel y leche
convierte las medulas de los huesos.






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jueves, 9 de diciembre de 2021

"Sueño", de CRISTÓBAL DE CASTILLEJO (ESPAÑA, 1490-1550, d.n.e.)

Yo, mi señora, soñaba
esta noche que pasó
que, desnudo como estaba,
a vuestra merced me hallaba
sin camisa como yo;
y del placer que tenía,
soñaba que recibía
tanta turbación y miedo,
que estaba gran rato quedo
sin saber qué me haría.

Soñaba que estando así
tan turbado, despertastes,
y volviéndoos contra mí
dijistes: —“¿Quién anda ahí?
Mal hombre, ¿por dónde entrastes?”
Yo, por no dar ocasión
de mayor alteración,
muy pasito respondía:
—“No temáis, señora mía,
que pasos seguros son”.

—“¡Andá con Dios! ¿Qué queréis?
¡Oh, qué dañosa venida!”
—“¿Señora, ¿no conocéis
al más vuestro, que traéis
muerto mil veces en vida?”
—“¿Quién sois vos?”—“Yo soy aquel
a quien, por seros más fiel,
sois vos menos pïadosa;
vencístesme de hermosa
y matáisme de crüel”.

—“Bien me agrada la razón,
pero no el atrevimiento”.
—“Donde sobra la pasión,
no creáis que el corazón
puede tener sufrimiento”.
—“¡Gentil excusa, por Dios!
¿Si algunos os viese aquí a vos?”
—“No tengáis, señora, pena,
que la santa Magdalena
está en guarda por los dos”.

Esto diciendo, sentía
que a vos, señora, llegaba,
y claro me parecía
que el temor me defendía
lo que el amor me mandaba;
mas, con miedo de perder
de gozar de tal mujer,
deseché los embarazos
y, tomándoos en mis brazos,
di comienzo a mi placer.

Los ojos gozan de veros
y la boca de besaros;
yo descansaba en teneros;
vos pagastes, sin dineros,
la deuda de desearos…
Y en estos actos estando,
de tanta gloria gozando
cual nadie puede sentir,
desperté para morir,
porque vivo deseando.






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miércoles, 1 de diciembre de 2021

"Soneto: Galanio: tú sabrás que esotro día", de FRANCISCO DE ALDANA (ESPAÑA, 1537-1578, d.n.e.)


Galanio, tú sabrás que esotro día,
bien lejos de la choza y el ganado,
en pacífico sueño transportado
quedé junto a una haya alta y sombría

¿cuando ?¿quién tal pensó? Flérida mía
traída allí de amigo y cortés hado
llegose y un abrazo enamorado
me dio, cual otro agora tomaría.

No desperté, que el respirado aliento
della en mi boca entró, süave y puro,
y allá en el alma dio del caso aviso,

la cual, sin su corpóreo impedimento
por aquel paso en que me vi te juro
que el bien casi sintió del Paraíso.





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jueves, 30 de septiembre de 2021

"Soneto: De sus hermosos ojos dulcemente", de FRANCISCO DE ALDANA (ESPAÑA, 1537-1578 d.n.e.)





   De sus hermosos ojos dulcemente

un tierno llanto Filis despedía,

que por el rostro amado parecía

claro y precioso aljófar transparente.


   En brazos de Damón, con baja frente,


triste, rendida, muerta, helada y fría,

estas palabras breves le decía,

creciendo a su llorar nueva corriente:


   «¡Oh, pecho duro!, ¡oh, alma dura y llena

de mil durezas!, ¿dónde vas huyendo?,

 

¿do vas con ala tan ligera y presta».


   Y él, soltando de llanto amarga vena,

de ella las dulces lágrimas bebiendo,

la besó... y sólo un ay fue su respuesta.



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martes, 14 de septiembre de 2021

"Canción: Sale la aurora, y de su fértil manto", de FRANCISCO DE FIGUEROA (ESPAÑA, 1530-1588, d.n.e.)

Sale la aurora, y de su fértil manto
rosas suaves esparciendo y flores,
pintando el cielo va de mil colores
y la tierra otro tanto,
cuando la tierna pastorcica mía,
lumbre y gloria del día,
no sin astucia y arte,
de su dichoso albergue alegre parte.

Pisada del gentil blanco pie, crece
la hierba y nace el monte, en valle o llano.
Cualquier planta que toca con la mano,
cualquier árbol, florece.
Los vientos, si soberbios van soplando,
con su vista amansando,
en la fresca ribera
del río Tibre siéntase y me espera.

Deja por la garganta cristalina
suelto el oro que encoge el sutil velo.
Arde de amor la tierra, el río, el cielo
y a sus ojos se inclina.
Ella de azules y purpúreas rosas
coge las más hermosas
y tendiendo su falda
teje de ellas después bella guirnalda.

En esto ve que el sol, dando al aurora
licencia, muestra en la vecina cumbre
del monte el rayo de su clara lumbre
que el mundo orna y colora.
Túrbase y una vez arde y se aíra,
otra teme y suspira
por mi luenga tardanza,
y en medio del temor cobra esperanza.

Yo, que estaba encubierto, los más raros
milagros de natura y de amor viendo,
y su amoroso corazón leyendo
poco a poco en sus claros
ojos, principio y fin de mi deseo,
como turbar los veo
y enojado conmigo
temblando ante ellos me presento y digo:

-"Rayos, oro, marfil, sol, lazos, vida
de mi vida, y mi alma y de mis ojos.
Pura frente que estás de mis despojos
más preciosa ceñida.
Ébano, nieve, púrpura, jazmines,
ámbar, perlas, rubíes:
tanto vivo y respiro
cuanto sin miedo y sobresalto os miro".

Alza los ojos a mi voz turbada,
y mirando los míos segura y leda
sin moverlos a mí se arroja, y queda
de mi cuello colgada;
así está un poco embebecida y luego
con amoroso fuego
blandamente me toca
y bebe las palabras de mi boca.

Después comienza en son dulce y sabroso
y a su voz cesa el viento y para el río:
-"Dulce esperanza mía, dulce bien mío,
fuente, sombra, reposo
de mi sedienta, ardiente y cansada alma,
vista serena y calma,
muera aquí si más cara
no me eres que los ojos de la cara".

Así dice ella y nunca en tantos nudos
fue de hiedra o de vid olmo enlazado
con cuantos en sus brazos apretado
hasta el codo desnudos
la aprieto y vengo a la amorosa lucha.
No se siente ni escucha
otro sonido entero
sino "¡Ay Fili!, ¡ay Tirsi!, ¡ay, ardo y muero!"
Canción, si alguno de saber procura
lo que después pasamos,
si envidioso no es, di que gozamos
cuanto puede amor dar gloria y dulzura.






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lunes, 13 de septiembre de 2021

"Bella zagaleja", de CRISTÓBAL SUÁREZ DE FIGUEROA (ESPAÑA, ¿?1571-1644, d.n.e.)

Bella zagaleja
del color moreno,
blanco milagroso
de mi pensamiento;

gallarda triguera,
de belleza extremo,
ardor de las almas
y de amor trofeo;

suave sirena,
que con tus acentos
detienes el curso
de los pasajeros;

desde que te vi
tal estoy, que siento
preso del albedrío
y abrasado el pecho.

Hasta donde estás
vuelan mis deseos
llenos de afición,
y de miedos llenos,

viendo que te ama
más digno sujeto,
dueño de tus ojos,
de tu gusto cielo.

Mas ya que se fue,
dando al agua remos,
sienta de mudanza
el antiguo fuero.

Al presente olvidan;
y quien fuere cuerdo,
en estando ausente
téngase por muerto;

y pues vive el tuyo
en extraño reino,
por ventura esclavo
de rubios cabellos,

antes que los tuyos
se cubran de hielo,
con piedad acoge
suspiros y ruegos.

Permite a mis brazos
que se miren hechos
hiedras amorosas
de tu airoso cuerpo;

que a tu fresca boca
robaré el aliento,
y en ti transformado,
moriré viviendo.

Himeneo haga
nuestro amor eterno,
nazcan de nosotros
hermoso renuevos.

Tu beldad celebren
mis sonoros versos,
por quien no te ofendan
olvido mi tiempo.






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jueves, 9 de septiembre de 2021

"Soneto: Galanio tú sabrás", de FRANCISCO DE ALDANA (ESPAÑA, 1537-1578 d.n.e.)



   Galanio, tú sabrás que esotro día,

bien lejos de la choza y el ganado,

en pacífico sueño transportado

quedé junto a una haya alta y sombría,


   cuando -¿quién tal pensó?- Flérida mía,


traída allí de amigo y cortés hado,

llegóse y un abrazo enamorado

me dio, cual otro ahora tomaría.


   No desperté, que el respirado aliento

de ella en mi boca entró suave y puro

 

y allá en el alma o del caso aviso,


   la cual, sin su corpóreo impedimento,

por aquel paso en que me vi te juro

que el bien casi sintió del Paraíso.




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lunes, 23 de agosto de 2021

"Soneto: Mil veces digo, entre los brazos puesto", de FRANCISCO DE ALDANA (ESPAÑA, 1537-1578 d.n.e.)


   Mil veces digo, entre los brazos puesto

de Galatea, que es más que el sol de hermosa.

Luego ella, en dulce vista desdeñosa,

me dice: «Tirsis mío, no digas esto»


   Yo lo quiero jurar y ella, de presto,


tosa encendida de un color de rosa,

con un beso me impide y, presurosa,

busca atrapar mi boca con su gesto.


   Hágole blanda fuerza por soltarme

y ella me aprieta más y dice luego:


«No lo jures, mi bien, que yo te creo».

 

   Con esto, de tal fuerza a encadenarme

viene que Amor, presente al dulce juego,

hace suplir con obras mi deseo.



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miércoles, 20 de mayo de 2020

"Ya besando unas manos cristalinas", de LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE (ESPAÑA, 1561-1627 d.n.e.)

Ya besando unas manos cristalinas,
ya anudándome a un blanco y liso cuello,
ya esparciendo por él aquel cabello
que Amor sacó entre el oro de sus minas,

ya quebrando en aquellas perlas finas
palabras dulces mil sin merecello,
ya cogiendo de cada labio bello
purpúreas rosas sin temor de espinas
,

estaba, ¡oh claro Sol invidïoso!,
cuando tu luz, hiriéndome los ojos,
mató mi gloria y acabó mi suerte.

Si el cielo ya no es menos poderoso,
porque no den los tuyos más enojos,
rayos, como a tu hijo, te den muerte.




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domingo, 25 de noviembre de 2018

"Burla de amor", de BALTASAR DEL ALCÁZAR (ESPAÑA, 1530-1606 d.n.e.)

“¿A qué no me das un beso?”,
me dijo Inesilla loca,
teniendo en su linda boca
de punta un alfiler grueso.
Yo, que siempre mi provecho
saco de sus burlas, sabio,
fingí dárselo en el labio
y se lo planté en el pecho
.



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jueves, 18 de enero de 2018

"La dulce boca que a gustar convida", de LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE (ESPAÑA, 1561-1627 d.n.e.)



La dulce boca que a gustar convida
Un humor entre perlas distilado,

Y a no invidiar aquel licor sagrado
Que a Júpiter ministra el garzón de Ida,

Amantes, no toquéis, si queréis vida;
Porque entre un labio y otro colorado
Amor está, de su veneno armado,
Cual entre flor y flor sierpe escondida.


No os engañen las rosas que a la Aurora
Diréis que, aljofaradas y olorosas
Se le cayeron del purpúreo seno;

Manzanas son de Tántalo, y no rosas,
Que pronto huyen del que incitan hora
Y sólo del Amor queda el veneno.


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sábado, 20 de mayo de 2017

""¿Cuál es la causa?", de FRANCISCO DE ALDANA (ESPAÑA, 1537-1578 d.n.e.)


¿Cuál es la causa, mi Damón, que estando
en la lucha de amor juntos trabados
con lenguas
, brazos, pies y encadenados
cual vid que entre el jazmín se va enredando,

y que el vital aliento ambos tomando
en nuestros labios, de chupar cansados
,
en medio tanto bien somos forzados
llorar y sospirar de cuando en cuando?

Amor, mi Filis bella, que allá dentro
nuestras almas juntó, quiere en su fragua
los cuerpos ajuntar también tan fuerte

que no pudiendo, como esponja al agua,
pasar del alma al dulce amado centro,
llora el velo mortal su avara suerte.


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