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miércoles, 7 de diciembre de 2022

"Glosa de las vacas", de CRISTÓBAL DE CASTILLEJO (ESPAÑA, 1490?-1550, d.n.e.)

"Escena pastoral" de Abraham Bloemaert (1564-1651)



Guárdame las vacas,
carillejo y besarte he;
si no, bésame tú a mí,
que yo te las guardaré.

En el troque que te pido,
Gil, no recibes engaño;
no te muestres tan extraño
por ser de mí requerido.
Tan ventajoso partido
no sé yo quién te lo dé,
Si no, bésame tú a mí,
que yo te las guardaré.

Por un poco de cuidado
ganarás de parte mía
lo que a ninguno daría
si no por don señalado.
No vale tanto el ganado
como lo que te daré.
Si no, dámelo tú a mí,
que yo te las guardaré.

No tengo necesidad
de hacerte este favor,
sino sola la que amor
ha puesto en mi voluntad.
Y negarte la verdad
no lo consiente mi fe.
Si no, quiéreme tú a mí,
que yo te las guardaré.

Oh, cuántos me pidirían
lo que yo te pido a ti,
y en alcanzarlo de mí
por dichosos se tendrían.
Toma lo que ellos querrían,
haz lo que te mandaré.
Si no, mándame tú a mí,
que yo te las guardaré.

Mas si tú, Gil, por ventura
quieres ser tan perezoso,
que precies más tu reposo
que gozar de esta dulzura,
yo, por darte a ti holgura,
el cuidado tomaré.
Que tú me beses a mí,
que yo te las guardaré.

Yo seré más diligente
que tú sin darme pasión,
porque con el galardón
el trabajo no se siente;
y haré que se contente
mi pena con el porqué.
Que tú me beses a mí,
que yo te las guardaré.




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jueves, 9 de diciembre de 2021

"Sueño", de CRISTÓBAL DE CASTILLEJO (ESPAÑA, 1490-1550, d.n.e.)

Yo, mi señora, soñaba
esta noche que pasó
que, desnudo como estaba,
a vuestra merced me hallaba
sin camisa como yo;
y del placer que tenía,
soñaba que recibía
tanta turbación y miedo,
que estaba gran rato quedo
sin saber qué me haría.

Soñaba que estando así
tan turbado, despertastes,
y volviéndoos contra mí
dijistes: —“¿Quién anda ahí?
Mal hombre, ¿por dónde entrastes?”
Yo, por no dar ocasión
de mayor alteración,
muy pasito respondía:
—“No temáis, señora mía,
que pasos seguros son”.

—“¡Andá con Dios! ¿Qué queréis?
¡Oh, qué dañosa venida!”
—“¿Señora, ¿no conocéis
al más vuestro, que traéis
muerto mil veces en vida?”
—“¿Quién sois vos?”—“Yo soy aquel
a quien, por seros más fiel,
sois vos menos pïadosa;
vencístesme de hermosa
y matáisme de crüel”.

—“Bien me agrada la razón,
pero no el atrevimiento”.
—“Donde sobra la pasión,
no creáis que el corazón
puede tener sufrimiento”.
—“¡Gentil excusa, por Dios!
¿Si algunos os viese aquí a vos?”
—“No tengáis, señora, pena,
que la santa Magdalena
está en guarda por los dos”.

Esto diciendo, sentía
que a vos, señora, llegaba,
y claro me parecía
que el temor me defendía
lo que el amor me mandaba;
mas, con miedo de perder
de gozar de tal mujer,
deseché los embarazos
y, tomándoos en mis brazos,
di comienzo a mi placer.

Los ojos gozan de veros
y la boca de besaros;
yo descansaba en teneros;
vos pagastes, sin dineros,
la deuda de desearos…
Y en estos actos estando,
de tanta gloria gozando
cual nadie puede sentir,
desperté para morir,
porque vivo deseando.






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domingo, 19 de julio de 2015

"Dame, Amor, besos sin cuento", de CRISTÓBAL DE CASTILLEJO (Espeña, 1.490-1.550)

Es recreación del Carmen V, de Catulo.


Dame, Amor, besos sin cuento,
asida de mis cabellos,
y mil y ciento tras ellos,
y tras ellos mil y ciento,
y después
de muchos millares, tres;
y porque nadie lo sienta,
desbaratemos la cuenta
y contemos al revés.

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