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miércoles, 7 de diciembre de 2022

"Glosa de las vacas", de CRISTÓBAL DE CASTILLEJO (ESPAÑA, 1490?-1550, d.n.e.)

"Escena pastoral" de Abraham Bloemaert (1564-1651)



Guárdame las vacas,
carillejo y besarte he;
si no, bésame tú a mí,
que yo te las guardaré.

En el troque que te pido,
Gil, no recibes engaño;
no te muestres tan extraño
por ser de mí requerido.
Tan ventajoso partido
no sé yo quién te lo dé,
Si no, bésame tú a mí,
que yo te las guardaré.

Por un poco de cuidado
ganarás de parte mía
lo que a ninguno daría
si no por don señalado.
No vale tanto el ganado
como lo que te daré.
Si no, dámelo tú a mí,
que yo te las guardaré.

No tengo necesidad
de hacerte este favor,
sino sola la que amor
ha puesto en mi voluntad.
Y negarte la verdad
no lo consiente mi fe.
Si no, quiéreme tú a mí,
que yo te las guardaré.

Oh, cuántos me pidirían
lo que yo te pido a ti,
y en alcanzarlo de mí
por dichosos se tendrían.
Toma lo que ellos querrían,
haz lo que te mandaré.
Si no, mándame tú a mí,
que yo te las guardaré.

Mas si tú, Gil, por ventura
quieres ser tan perezoso,
que precies más tu reposo
que gozar de esta dulzura,
yo, por darte a ti holgura,
el cuidado tomaré.
Que tú me beses a mí,
que yo te las guardaré.

Yo seré más diligente
que tú sin darme pasión,
porque con el galardón
el trabajo no se siente;
y haré que se contente
mi pena con el porqué.
Que tú me beses a mí,
que yo te las guardaré.




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martes, 18 de octubre de 2022

"Renacimiento", de MICHAEL HOUELLEBECQ (FRANCIA, 1958--, d.n.e.)

Poema perteneciente al libro "Renacimiento", de fecha 1999  d.n.e.



Ceremonias, soles ponientes,
Luego, la constelación del Cisne
Y la sensación de ser indigno,
La imposibilidad del canto.

Tus ojos son el espejo del mundo
María, señora de los dolores,
María, que hace al corazón latir;
A través de ti, la Tierra es redonda.

No hay un abismo final
Donde griten de terror las aguas,
El tiempo se repliega y habita
En el espacio de tu dulzura,

En el espacio de tu esplendor,
El tiempo se repliega y habita
Una casa de pura dulzura,
El tiempo atrapado por los ritos

Nos envuelve con su blancura
Y en nuestros labios unidos palpita
Un canto mudo, geométrico,

De una desgarradora dulzura
Una armonía perfecta, genuina,
Armonía en lo más hondo de nuestros corazones.




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lunes, 11 de abril de 2022

Soneto: "Al besar sus labios", de EDMUND SPENSER (INGLATERRA, 1552-1599)

Al besar sus labios (pues sentí esa gracia)
creí oler un jardín de dulces flores;
qué finos perfumes en torno derramaban,
dignos de damas para adornar sus recámaras.

Sus labios perfumaban cual claveles,
sus lozanas mejillas cual rosas rojas,
su rostro de nieve cual capullos de jazmín,
sus bellos ojos cual jóvenes magnolias.

Su hermoso regazo cual lecho de fresas,
su cuello cual ramo de rododendros,
sus pechos cual jóvenes tulipanes,

que despuntaban cual floridas madreselvas.
Flores de tal fragancia brindan robustos aromas,
pero su perfume de mil a todas superaba.





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viernes, 28 de enero de 2022

"De pura honestidad templo sagrado", de LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE (ESPAÑA, 1561-1627 d.n.e.)


De pura honestidad templo sagrado,
cuyo bello cimiento y gentil muro
de blanco nácar y alabastro duro
fue por divina mano fabricado;

pequeña puerta de coral preciado

claras lumbreras de mirar seguro
que a la esmeralda fina el verde puro
habéis para viriles usurpado;
soberbio techo, cuyas cimbrias de oro
al claro sol, en cuanto en torno gira,
ornan de luz, coronan de belleza;

ídolo bello, a quien humilde adoro,
oye piadoso al que por ti suspira,
tus himnos canta, y tus virtudes reza.





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miércoles, 20 de mayo de 2020

"Ya besando unas manos cristalinas", de LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE (ESPAÑA, 1561-1627 d.n.e.)

Ya besando unas manos cristalinas,
ya anudándome a un blanco y liso cuello,
ya esparciendo por él aquel cabello
que Amor sacó entre el oro de sus minas,

ya quebrando en aquellas perlas finas
palabras dulces mil sin merecello,
ya cogiendo de cada labio bello
purpúreas rosas sin temor de espinas
,

estaba, ¡oh claro Sol invidïoso!,
cuando tu luz, hiriéndome los ojos,
mató mi gloria y acabó mi suerte.

Si el cielo ya no es menos poderoso,
porque no den los tuyos más enojos,
rayos, como a tu hijo, te den muerte.




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