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miércoles, 3 de febrero de 2016

"Tus besos", de SALVADOR PLIEGO (Méjico, 1958-- d.n.e.)

Poema perteneciente al libro "Claro de luna", de fecha 2007  d.n.e.



I

Guárdame en tus besos mujer.
Déjame atrapar en estos versos
la sonrisa pletórica y distante.
Subirme a la barca de los sueños
para recorrer las profundas aguas de tus besos.

Acércame a tu boca mujer,
acércame a tu boca.

Llévame por donde el viento
vuela en el placer en que desliza y retribuye
el indómito precipicio de la altura.

Llévame a tu boca mujer,
llévame a tu boca.



II

¡Oh!, sangre, nube, polvo, fuego;
Oceánica marea en que fui atrapado;
Aire indiviso de cumbres Altiplanas;
Milenarias rocas de los mayas enclaustradas.

Oh piedra y piedra, beso y beso.
Tu boca activó el más fiero de los besos,

el más pasional de mis deseos.

Fuego en mí y el alma en desenfreno.
Fuego en ti y el acto se esparció entre los vientos.

Ávido de ti
la tormenta expandió de tajo
el relámpago en el árbol
y en el nido fue a caer
en mis callados labios.

Beso a beso, beso a beso,
como el halcón aterrizando
en pleno vuelo:
agresivo, fiero, voraz,
y dulce, siempre dulce,
que cayó en el lecho entre tus besos.

¡Ah!… la noche clama al cielo
lo que mis labios a tus besos,
y en el cenit donde se guardan billones de luceros
el alma prende la sonrisa
como un acto sublime y eterno,
para serenar la noche
y atraparla en el pecho
con un corazón alegre y de fuego,
uniendo a ti mis labios con tus besos.


III

¡Gritad, gritad!
Alfarero, hortelano, acerero,
joven jornalero del torno y de la rueca,
alegre carpintero del cincel y de la broca.

¡Gritad, gritad!
A la roca, a la semilla,
al ave en su crucero,
al pez en su odisea.

Gritadlo a todos y en la cima.
En la cumbre, en la taberna,
a la masa que hace pueblo y camino.
Gritadlo a pleno pecho y sin tapujos:
Llevo el éxtasis del contacto de sus besos.
Llevo el corazón colmado de sus labios.
Llevo el beso de su boca y en mi boca.
Llevo un beso y el canto enamorado
.

¡Fuego en mí y ardí como la tierra madre!

¡Fuego en mí y prendí el grito airoso hacia los vientos!

¡Fuego en ti y la luz se encienda sobre el orbe!

¡Fuego en mí y perderme para siempre, para siempre,
en un beso… un sólo beso… en tu beso!


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lunes, 11 de enero de 2016

"Me gusta el placer de decirte linda", de SALVADOR PLIEGO (Méjico, 1958-- d.n.e.)

Poema perteneciente al libro ""El libro de los besos", de fecha 2010  d.n.e.



Me gusta el placer de decirte linda
y ver sonrojado al cielo persiguiendo un horizonte.
Me gusta, sin aviso, tocarte, acariciarte, sentirte,
volarme con tu pecho,
hilvanarme con tus manos,
desmembrarme con tus cejas,
invocarme en tus caderas,
despeinarme en tus cabellos.

Me gusta saborear el néctar que baja en la montaña,
el ocotal estático con su dulce y elegante fibra.
Me gusta besarte cuando duermes
y no se escuche más que un beso en el silencio,
el sonido interrumpiendo los respiros.

¿Cómo es que te dispersas en mi todo?
¿Cómo es que te cubres en mi nada?
He roto todo, hasta la muerte,
hasta el geranio y su semilla.
Por ti mis manos se han secado.
Por ti mis párpados tu luz buscaron.
Necio, como un ave, subí y baje indagando;
husmeé y planeé tu rostro;
dejé tus labios para luego.

Me gusta tu ternura: aquietada, serenada;
hecha raíz en mi silencio:
voz mía que reclamo;
voz tuya que incorporo.
Mi boca se refresca. Mis ojos se emblandecen.
En mi corazón tus brazos se abren.
En mi paladar tus besos duermen.
Linda como el agua te entreveras en mi anhelo.
¿Cómo decirte mi deseo?

Me gusta besar tus besos
como el corazón que llora al decir te quiero:
tu corazón así lo escondo y tiembla si lo exploro.
Y no guardo más palabras. No encubro más lenguajes.
Mi sentimiento a ti te toca y el amor me brota…
y un beso se sonroja.
Y te escondes, linda, a hurgar bajo mi pecho.
Amor mío y mi cielo;
amor dulce y tierno:
mi corazón revive… y se esfuma con un sueño.


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sábado, 26 de diciembre de 2015

"He de morir besándote en el viento", de SALVADOR PLIEGO (Méjico, 1958-- d.n.e.)

Poema perteneciente al libro "El libro de los besos", de fecha 2010  d.n.e.



Crúzome en tu vientre y más adentro.
Pletórico, hoy me reviento
en tus brazos y contemplo un cielo.
¡Vamos a amarnos como tréboles abiertos!
¡No caben en tus fuegos hoy mis fuegos,
ni tiembla tu cadera, ni hay tormentos!
Rómpete y desgréñate en fundido acero
y combáteme y saquéame a morder la carne
hasta cubrirla en dulces devaneos.
Frente a ti: toda la vorágine, toda la sátrapa y voraz vehemencia;
horda de suspiros: en ti, la ambición y el antojo,
a ardiente audacia, el apego,
la ira y el furor como un capricho.

¡Qué sedienta tu desnudez de arquera!
¡Qué ahínco en tu afán de estrella!
Oh volátil, volátil deseo siempre eterno.
Donde clavas tus senos ahí me quiebro.
Donde hundes tus muslos ahí reposo.
Ave que me contuviste; Torre estable y habitable:
El fin del mundo vuela y cae
y luego vive hasta tu vientre.
La tempestad de pájaros sus sueños plañen.
Y tú… ¡ah!... y tú… y tú:
¡Qué más que el trueno y el anhelo!;
¡Qué más que el éxtasis ardiendo!;
¡Qué más que un cuerpo universal y bello!;
¡Oh mi sed de ti y mi tormento!
¡Oh tu piel dorada por mis besos!
¡Oh el filo de unos dientes en la espalda ya clavados!
Juego en ti mis ansias y veneros:
y tu carne viva que yo sorbo,
y tus manos que aguijonan en mis flancos,
y la hipnosis de mis labios en tu pelvis,
hasta gemir de hambre en tus confines.

¡No caben en tus fuegos hoy mis fuegos!
¡No caben nuestros besos en mis besos!
¡Qué más que un cuerpo universal y bello!
He de morir en ti como un crucero.
He de extraer la vida y mar entero.
Déjame sucumbir como un velero.


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miércoles, 11 de junio de 2014

"Besarte el alma", de SALVADOR PLIEGO (MÉJICO, 1958--)

Poema perteneciente al libro "El libro de los besos", de fecha 2010 d.n.e.


Salvador Pliego
Tiene sentido besarte el alma;
pacto en tus ojos a que se abra.
Socava mi alma un rincón del pecho
para enfocarla y explorarla.
La matutina oquedad que sufro
urge a mi mano correr tu cuerpo 
y hallarlo a tiempo en el sentimiento. 
 
Tiene sentido lo que yo siento:
besarte abarca el recelo al vuelo
y mi alma brota en aspavientos
con alharacas y pensamientos.
El tacto besa la dulce tela
que en un suspiro flota en tu cuerpo,
y cuando toca sabe que exprime
parte de un labio en tu existencia. 
 
Tiene sentido besarte un labio,
besarte el alma ya no es capricho.
Desde la historia buscan maneras
en que los rostros hablen sus gustos,
y me pregunto: ¿he muerto ahora?
Y de mi boca, junto a tu boca,
vive y renace con tal ternura. 
 
¡Tiene sentido besarte toda!
Besarte el alma ya no es capricho.
Donde se explora mi labio siente,
y ahí en tu cuerpo flotan las horas
como un filón que nunca agota
porque en mi boca revive un labio
y encuentra vetas cuando te adora. 
 
¡Tiene sentido amarte toda!
Mi sentimiento así te toca.
El alma tuya se esconde y brota
junto a mi boca… 
Y al besarla, ya no se toca.

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