Mostrando entradas con la etiqueta Carilda Oliver Labra. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Carilda Oliver Labra. Mostrar todas las entradas

miércoles, 20 de septiembre de 2017

"Madrigal: esa boca que sale de paseo, III", de CARILDA OLIVER LABRA (CUBA, 1924 - d.n.e..)

Poema perteneciente al libro "Sonetos", de 1990 d.n.e.




Esa boca que sale de paseo
con su hambre de amor, totalitaria;
esa boca que fuma y canta un aria
me recuerda a la luz en el deseo.

Esa boca, tan dulce, que bojeo,
bien parece una fruta imaginaria;
esa boca de carne planetaria
que me obliga a temblar con su aleteo.

Esa boca lujosa, hospitalaria,
donde pongo las nubes que recreo,
tiene suaves delirios de vicaria

y chispazos de nunca en apogeo.
Es por eso que, apenas la poseo,
al besarme se vuelve una plegaria.


Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.

Enlace recomendado:
 
Volver a la página principal





jueves, 17 de agosto de 2017

"Error de magia", de CARILDA OLIVER LABRA (CUBA, 1924 - d.n.e..)



¿Sería aquel beso
ya clavándose
sin que supieras darle cuerda
para que saliese a bailar con el domingo?

¿Sería aquel beso
que no quiso mirar el mediodía
y tú, alarmado,
le echaste muchas cosas a ver si lo arrastrabas:
una corriente de merluzas,
el humo del tabaco,
la saliva?

Un beso, nada más que un beso,
sólo un beso,
el simple juego de los labios,

que huyó una noche como perdido de otra alma
y sin saberlo fue tu penitencia.

Todo por un malabarismo sin fortuna,
por un error de magia,
por un ángel hirviendo en la redoma
que al fin se volvió malo
y te tapó la boca.

¿Así que te moriste, mi amor, de pura hambre,
ahogado por un beso
que nunca supo que tenía alas
?


Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.

Enlace recomendado:
 
Volver a la página principal





viernes, 28 de julio de 2017

"Me desordeno, amor", de CARILDA OLIVER LABRA (CUBA, 1924 - d.n.e..)


Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada;
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.

Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada;
me desordeno, amor, me desordeno.

Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mal promesa de veneno;

y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me desordeno, amor, me desordeno.


Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.

Enlace recomendado:
 
Volver a la página principal