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jueves, 20 de junio de 2019

"Raíz salvaje", de JUANA DE IBARBOUROU (URUGUAY, 1892-1979, d.n.e.)

Me ha quedado clavada en los ojos
La visión de ese carro de trigo
Que cruzó rechinante y pesado
Sembrando de espigas el recto camino.

¡No pretendas ahora que ría!
¡Tú no sabes en qué hondos recuerdos
Estoy abstraída!

Desde el fondo del alma me sube
Un sabor de pitanga a los labios.
Tiene aún mi epidermis morena
No sé que fragancias de trigo emparvado.

¡Ay, quisiera llevarte conmigo
A dormir una noche en el campo
Y en tus brazos pasar hasta el día
Bajo el techo alocado de un árbol!

Soy la misma muchacha salvaje
Que hace años trajiste a tu lado.

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lunes, 19 de febrero de 2018

"La inquietud fugaz", de JUANA DE IBARBOUROU, seudónimo de JUANA FERNÁNDEZ MORALES (Uruguay, 1.892 - 1.979 d.n.e.).



He mordido manzanas y he besado tus labios.
Me he abrazado a los pinos olorosos y negros.
Hundí, inquieta, mis manos en el agua que corre.
He huroneado en la selva milenaria de cedros
Que cruza la pradera como una sierpe grave,
Y he corrido por todos los pedrosos caminos
Que ciñen como fajas la ventruda montaña.

¡Oh amado, no te irrites por mi inquietud sin tregua!
¡Oh amado, no me riñas porque cante y me ría!
Ha de llegar un día en que he de estarme quieta,
¡Ay, por siempre, por siempre!
Con las manos cruzadas y apagados los ojos,
Con los oídos sordos y con la boca muda,
Y los pies andariegos en reposo perpetuo
Sobre la tierra negra.
¡Y estará roto el vaso de cristal de mi risa
En la grieta obstinada de mis labios cerrados!

Entonces, aunque digas: —¡Anda!, ya no andaré.
Y aunque me digas: —¡Canta!, no volveré a cantar.
Me iré desmenuzando en quietud y en silencio
Bajo la tierra negra,
Mientras encima mío se oirá zumbar la vida
Como una abeja ebria.

¡Oh, déjame que guste el dulzor del momento
Fugitivo e inquieto!

¡Oh, deja que la rosa desnuda de mi boca
Se te oprima a los labios
!

Después será ceniza sobre la tierra negra.


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jueves, 25 de mayo de 2017

"La cita", de JUANA DE IBARBOUROU, seudónimo de JUANA FERNÁNDEZ MORALES (Uruguay, 1.892 - 1.979 d.n.e.).


Me he ceñido toda con un manto negro.
Estoy toda pálida, la mirada extática.
Y en los ojos tengo partida una estrella.
¡Dos triángulos rojos en mi faz hierática!

Ya ves que no luzco siquiera una joya,
ni un lazo rosado, ni un ramo de dalias.
Y hasta me he quitado las hebillas ricas
de las correhuelas de mis dos sandalias.

Mas soy esta noche, sin oros ni sedas,
esbelta y morena como un lirio vivo.
Y estoy toda ungida de esencias de nardos,
y soy toda suave bajo el manto esquivo.

Y en mi boca pálida florece ya el trémulo
clavel de mi beso que aguarda tu boca.

Y a mis manos largas se enrosca el deseo
como una invisible serpentina loca.

¡Descíñeme, amante! ¡Descíñeme, amante!
Bajo tu mirada surgiré como una
estatua vibrante sobre un plinto negro
hasta el que se arrastra, como un can, la luna.


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domingo, 15 de noviembre de 2015

"Las cuatro alas de abeja", de JUANA DE IBARBOUROU, seudónimo de JUANA FERNÁNDEZ MORALES (Uruguay, 1.892 - 1.979 d.n.e.).

Poema perteneciente al libro "Las Lenguas de diamante", de fecha  1.919  d.n.e.



He vuelto de la cita con cuatro alas de abejas
Prendidas en los labios
. Cuatro alas de abejas
Doradas y bermejas.

¡Milagro como el de la barba de Dionisos,
El dios de acento dulce! La barba de Dionisos
Que tenía cuatro alas de abeja en vez de rizos.

Tus labios en mis labios derramaron su miel
Y brotaron las alas. Derramaron su miel
Y tuve las dulzuras de un panal en la piel.


No riáis. Las cuatro alas de abeja no se ven,
Mas las siento en la boca. Las alas no se ven,
Mas a veces, ¡prodigio!, vibran hasta en mi sien.

Y más adentro aún. Las dulces alas vibran
Hasta en mi corazón. Las dulces alas vibran
Y a mi alma de toda angustia y pena libran.

Mas si un día dejaran de aletear y zumbar...
Si se hicieran ceniza... Si cesara el zumbar
De las alas que hiciste en mis labios brotar...

¡Qué tristeza de muerte! ¡Qué alas negras de queja
Brotarían entonces! ¡Qué alas negras de queja
En lugar de las alas transparentes de abeja!


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lunes, 19 de octubre de 2015

"La sed", de JUANA DE IBARBOUROU, seudónimo de JUANA FERNÁNDEZ MORALES (Uruguay, 1.892 - 1.979 d.n.e.).

Poema perteneciente al libro "Raíz Salvaje", de fecha  1.922   d.n.e.



Tu beso fue en mis labios
de un dulzor refrescante
.
Sensación de agua viva y moras negras
me dio tu boca amante.

Cansada me acosté sobre los pastos
con tu brazo tendido, por apoyo.
Y me cayó tu beso entre los labios,
como un fruto maduro de la selva

o un lavado guijarro del arroyo.

Tengo sed otra vez, amado mío.
¡Dame tu beso fresco tal como una
piedrezuela del río!



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sábado, 26 de septiembre de 2015

"La caricia", de JUANA DE IBARBOUROU, seudónimo de JUANA FERNÁNDEZ MORALES (Uruguay, 1.892 - 1.979 d.n.e.).

Poema perteneciente al libro "Las lenguas de diamante", de fecha  1.918  d.n.e.



La tarde taciturna se borraba
En medio de una calma dulce y quieta,
Y entre la sombra azul de la glorieta
El palor de la luna se filtraba.

Tu mano, toda nervios, deshojaba
Las flores de un rosal con una inquieta
Impaciencia, que a veces la secreta
Impulsión de un deseo apresuraba.

Y al cortar una rosa blanca y suave,
Que era como una palpitante ave
Que el azar en tu mano hubiera preso,

Con paso cauteloso te acercaste,
Por los ojos la rosa me pasaste,
Y yo sentí la sensación de un beso.


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lunes, 31 de agosto de 2015

"¿Sueño?", de JUANA IBARBOUROU, seudónimo de Juana Fernández Morales (Uruguay, 1.892 - 1.979)

Poema perteneciente al libro "Las lenguas de diamante", de fecha 1.918  d.n.e.



¡Beso que ha mordido mi carne y mi boca
con su mordedura que hasta el alma toca!
¡Beso que me sorbe lentamente vida
como una incurable y ardorosa herida!

¡Fuego que me quema sin mostrar la llama
y que a todas horas por más fuego clama!
¿Fue una boca bruja o un labio hechizado
el que con su beso mi alma ha llagado?


¿Fue un sueño o vigilia que hasta mí llegó
el que entre sus labios mi alma estrujó?
Calzaré sandalias de bronce e iré

a donde esté el mago que cura me dé.
¡Secadme esta llaga, vendadme esta herida
que por ella en fuga se me va la vida!


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viernes, 31 de julio de 2015

"El dulce milagro", de JUANA DE IBARBOUROU , seudónimo de JUANA FERNÁNDEZ MORALES (Uruguay, 1.892 - 1.979)

Poema perteneciente al libro "Las lenguas de diamante", de fecha  1.918  d.n.e.



¿Qué es esto? ¡Prodigio! Mis manos florecen.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen.
Mi amante besóme las manos, y en ellas,
¡oh gracia! brotaron rosas como estrellas
.

Y voy por la senda voceando el encanto
y de dicha alterno sonrisa con llanto
y bajo el milagro de mi encantamiento
se aroman de rosas las alas del viento.

Y murmura al verme la gente que pasa:
«¿No veis que está loca? Tornadla a su casa.
¡Dice que en las manos le han nacido rosas
y las va agitando como mariposas!»

¡Ah, pobre la gente que nunca comprende
un milagro de éstos y que sólo entiende,
que no nacen rosas más que en los rosales
y que no hay más trigo que el de los trigales!

Que requiere líneas y color y forma,
y que sólo admite realidad por norma.
Que cuando uno dice: «Voy con la dulzura»,
de inmediato buscan a la criatura.

Que me digan loca, que en celda me encierren,
que con siete llaves la puerta me cierren,
que junto a la puerta pongan un lebrel,
carcelero rudo, carcelero fiel.

Cantaré lo mismo: «Mis manos florecen.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen».
¡Y toda mi celda tendrá la fragancia
de un inmenso ramo de rosas de Francia!


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