Fuiste el mejor beso de mi vida.
O tal vez lo peor… gloria y tormenta.
Contigo en la luz ascendí al firmamento,
¡Contigo me fui al infierno!
Moriste y mi deseo no te olvida:
Quemas mi sangre, llenas mi pensamiento
Y de tu sabor amargo me alimento,
Y te doy vueltas en mi boca malherida.
Beso extremo, mi premio y mi castigo.
Bautismo y ritos finales, en ese instante.
¿Por qué, feliz, no morí contigo?
Siento el ardor, y el crepitar te escucho,
¡Beso divino! Y anhelo, delirante.
En añoranza perpetua de un minuto.
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