¡Ven! ¡Es de fuego el aire! La paloma
se agita insomne en el revuelto nido,
y en los rayos de luz flotan miradas
y besos y suspiros.
se agita insomne en el revuelto nido,
y en los rayos de luz flotan miradas
y besos y suspiros.
Quiero contigo hablar de las auroras,
de los astros que giran encendidos
por la llama de amor, y de lo que hablan
las aves en sus trinos.
La garza blanca surca la laguna:
es amante sonámbula. El dormido
balance de las ondas azuladas
adora con delirio.
Los árboles se inclinan voluptuosos
de la brisa a los besos fugitivos...
¡Oh, ven! ¡Llegó la hora de las citas,
de los amores íntimos!
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