Rojo clavel abierto y perfumado
ostentaba su pompa y lozanía
sobre el nítido encaje, que cubría
las gracias de tu seno cincelado.
Aquella flor de pétalo encarnado
-viva llama que aromas esparcía-
deshojéla, gozoso, en la onda fría
del champaña de espuma coronado.
Ciego de amor, la copa reluciente
del áureo vino, que al placer provoca,
apuré con afán y ansia vehemente.
Mas calmada no vi mi fiebre loca,
hasta que deshojó mi labio ardiente
el clavel encendido de tu boca.
ostentaba su pompa y lozanía
sobre el nítido encaje, que cubría
las gracias de tu seno cincelado.
Aquella flor de pétalo encarnado
-viva llama que aromas esparcía-
deshojéla, gozoso, en la onda fría
del champaña de espuma coronado.
Ciego de amor, la copa reluciente
del áureo vino, que al placer provoca,
apuré con afán y ansia vehemente.
Mas calmada no vi mi fiebre loca,
hasta que deshojó mi labio ardiente
el clavel encendido de tu boca.
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