Era un beso que andaba peregrino,
Y muerto de una hurí por los pedazos,
La seguía a pesar de sus rechazos,
Buscando de sus formas el camino.
Pidió posada al seno alabastrino,
Al rostro, al cuello y los redondos brazos,
¡ Y no la halló ni en los distantes lazos,
ni en los ardores de su busto fino!
Negáronle hasta el ínfimo hospedaje
Que pidió de un mendigo con la instancia,
Siquiera a las orillas de su traje;
Y al fin cual picaflor a la distancia,
Libaba en sus ardientes embelesos,
La dulce flor de unos soñados besos.
Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.
Y muerto de una hurí por los pedazos,
La seguía a pesar de sus rechazos,
Buscando de sus formas el camino.
Pidió posada al seno alabastrino,
Al rostro, al cuello y los redondos brazos,
¡ Y no la halló ni en los distantes lazos,
ni en los ardores de su busto fino!
Negáronle hasta el ínfimo hospedaje
Que pidió de un mendigo con la instancia,
Siquiera a las orillas de su traje;
Y al fin cual picaflor a la distancia,
Libaba en sus ardientes embelesos,
La dulce flor de unos soñados besos.
Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.
Enlace recomendado:
No hay comentarios:
Publicar un comentario