Son tus labios carnosos, y si en tus labios leo,
como buenaventura, la que fuiste y serás
(la que hoy eres: un tránsito que ya has dejado atrás,
sucesora del rayo de ti misma en deseo),
en tus labios estalla la fruta al silabeo,
y la pulpa me dice
para ver que la luz te legaba su empleo,
como yo habré vivido para quererte más.
Son tus labios carnosos, de adolescente en vida,
de corza adolescente de la floresta huida,
jardinera de luces de la flora solar:
son tus labios carnosos y me sanan la herida
y me abren la herida que me sanan, partida
mi vida por tus labios de mar en pleamar.
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