Besarse bajo un retrato,
besarse frente a un espejo
es ahondar en dos abismos,
el del alma y el del tiempo.
El retrato nos contempla,
nos mira con ojos quietos,
nos bendice de esperanzas
nos sonríe de recuerdos.
El espejo nos aleja
, nos irrcadia en su seno;
somos dos alas y un alma
en la luz de su misterio.
Por muy lejos que el cristal
nos absorba en su aposento
siempre estará a flor de labios
la vicisitud del beso.
Tú temblabas, toda nueva,
toda aroma, bisel, fuego,
y el marco oro de la luna
te concebía en su cerco.
Yo también de ella nacía,
hijo del no ser inmerso,
narciso unido a tus labios
sin agua lámina en medio.
Cuando después respiramos
todo el aire, el junio entero
—mariposas desdoblándonos
y las almas no pudiendo—
penetramos en la sala
como si el milochocientos
hubiera de confirmarnos
el equilibrio del vuelo.
Y esta vez fue bajo el óleo
—fuerza del sino en el lienzo—
segundo beso de vida
que anulaba espacio y tiempo.
besarse frente a un espejo
es ahondar en dos abismos,
el del alma y el del tiempo.
El retrato nos contempla,
nos mira con ojos quietos,
nos bendice de esperanzas
nos sonríe de recuerdos.
El espejo nos aleja
, nos irrcadia en su seno;
somos dos alas y un alma
en la luz de su misterio.
Por muy lejos que el cristal
nos absorba en su aposento
siempre estará a flor de labios
la vicisitud del beso.
Tú temblabas, toda nueva,
toda aroma, bisel, fuego,
y el marco oro de la luna
te concebía en su cerco.
Yo también de ella nacía,
hijo del no ser inmerso,
narciso unido a tus labios
sin agua lámina en medio.
Cuando después respiramos
todo el aire, el junio entero
—mariposas desdoblándonos
y las almas no pudiendo—
penetramos en la sala
como si el milochocientos
hubiera de confirmarnos
el equilibrio del vuelo.
Y esta vez fue bajo el óleo
—fuerza del sino en el lienzo—
segundo beso de vida
que anulaba espacio y tiempo.
Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.
Enlace recomendado:
No hay comentarios:
Publicar un comentario