Estando en la soledad de mi estancia
me provoca el deseo de tus besos
y disfrutando tales embelesos
percibo de tu aliento la fragancia.
No los quiero brindados en excesos,
solo aquellos que calmen mi sequía
dejando para el venidero día
los que mantienes en tu boca presos
Es que al ver en tu rostro la sonrisa
fue naciendo el deseo de besarte
para gozar la brisa de tu aliento
disfrutando la emoción de estrecharte.
Y sintiendo en mis labios suave viento
me llega tu beso… húmedo… y sin prisa.
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