... de tu cuerpo a mi cuerpo, Fenicia, relámpagos;
de mi cuerpo al tuyo un río, un beso en vendaval, una marea;
¡…ay, cómo te he amado, y cuánto!
¡recuerdas aquel temblor de rosas abiertas,
y qué ambrosía detectaba en tus pechos la furia de mi aliento!
...sí, es difícil recordarte y no obtener un instante hermoso
de luz por la memoria;
…éramos un hombre y una mujer, un hálito, un rumor, un cántico,
un eco solo y purísimo ¿te acuerdas?
fuimos una vez;
…hasta el alba de un día cualquiera en que ladraron los perros,
y, sin cansarse, toda la noche estuvieron ladrando, ladrando y ladrando;
aún brillaba la luna cuando, cerca de la madrugada,
se alejó la jauría con la muerte.
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