Se deslizan uno al lado del otro.
Tu piel acuática nada en el sueño
Junto a la mía
Y brillan tus escamas en la luz lunar
Filtrándose por las rendijas.
Seres traslúcidos flotamos
Confinados al agua de nuestros alientos confundidos.
Aletas de piernas y brazos se rozan en la madrugada
En el oxígeno y el calor
Que sube de las blancas algas
Con que nos protegemos del frío.
En algún momento de la corriente
Nos encontramos
Lúcidos peces se acercan a los ojos abiertos
Peces sinuosos reconociéndose las branquias agitadas.
Muerdo el anzuelo de tu boca
Y poco después despierto
Pierdo la aleta dorsal
Las extremidades de sirena.
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