con los caballos grandes y los ferrocarriles
que ven en las vidrieras. Yo soñé con tu beso
y fue un sueño imposible.
Yo soñé con un viaje de alegres desposados
-más allá de los mares, por lejanos países-,
y aquel viaje de goces, maravilloso y único,
era un viaje imposible.
Yo soñé el hondo sueño de la risa de un hijo
-un hijo que tuviera tus negros ojos tristes-
Pero aquel sueño ardiente del hijo de nosotros
fue también imposible.
Soñé así con tu beso, con un viaje y un hijo
y mi amor por tus aguas navegó como un cisne.
Fueron tres esperanzas las esperanzas mías
y las tres imposibles.
Del bosque de mis sueños queda apenas un árbol.
Junto a él, cada noche, mi corazón repite,
cuando intento cerrarte la puerta del recuerdo,
una sola palabra: imposible, imposible.
Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.
Gracias Raúl por poner mi obra en tu Blog puedes contar con más de mis versos. Un abrazo desde la distancia: Jose Angel
ResponderEliminar