Bésense en la boca, lésbicas baudelerianas, árdanse, aliméntense o no por el tacto rubio de los pelos, largo a largo el hueso gozoso, vívanse la una a la otra en la sábana perversa, y áureas y serpientes ríanse del vicio en el encantamiento flexible, total está lloviendo peste por todas partes de una costa a otra de la Especie, torrencial el semen ciego en su granizo mortuorio del Este lúgubre al Oeste, a juzgar por el sonido y la furia del espectáculo. Así, equívocas doncellas, húndanse, acéitense locas de alto a bajo, jueguen a eso, ábranse al abismo, ciérrense como dos grandes orquídeas, diástole y sístole de un mismo espejo. De ustedes se dirá que amaron la trizadura. Nadie va a hablar de belleza.
Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario