Caeremos en la senda del Amor.
El Destino nos pisoteará.
¡Oh, muchacha, oh mi encantadora copa, levántate
y dame tus labios, en espera de que me convierta en polvo!
El Destino nos pisoteará.
¡Oh, muchacha, oh mi encantadora copa, levántate
y dame tus labios, en espera de que me convierta en polvo!
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