Yo sé que del amor que me tenías
no queda ni la más leve añoranza,
que nunca volverán las horas idas
que hicieron de los dos una sola alma;
que nunca volverán las horas idas
que hicieron de los dos una sola alma.
Hoy llevo en el sendero de la vida,
perdida para siempre la esperanza
jamás la blanca luz de tu sonrisa
dará su suave beso a mi guitarra.
Han muerto para mí las alegrías,
de aquel amor fugaz, no queda nada,
ocultaré el dolor de mis heridas
porque perdí la gloria tan soñada;
ocultaré el dolor de mis heridas
porque perdí la gloria tan soñada.
Yo sé que ya tus labios no me nombran,
que el viento se ha llevado tus promesas,
que tu boca otra boca ardiente besa,
ha muerto un amor más entre las sombras;
que tu boca otra boca ardiente besa,
ha muerto un amor más entre las sombras.
Hoy llevo en el sendero de la vida,
perdida para siempre la esperanza
jamás la blanca luz de tu sonrisa
dará su suave beso a mi guitarra.
Han muerto para mí las alegrías,
de aquel amor fugaz, no queda nada,
ocultaré el dolor de mis heridas
porque perdí la gloria tan soñada;
ocultaré el dolor de mis heridas
porque perdí la gloria tan soñada.
no queda ni la más leve añoranza,
que nunca volverán las horas idas
que hicieron de los dos una sola alma;
que nunca volverán las horas idas
que hicieron de los dos una sola alma.
Hoy llevo en el sendero de la vida,
perdida para siempre la esperanza
jamás la blanca luz de tu sonrisa
dará su suave beso a mi guitarra.
Han muerto para mí las alegrías,
de aquel amor fugaz, no queda nada,
ocultaré el dolor de mis heridas
porque perdí la gloria tan soñada;
ocultaré el dolor de mis heridas
porque perdí la gloria tan soñada.
Yo sé que ya tus labios no me nombran,
que el viento se ha llevado tus promesas,
que tu boca otra boca ardiente besa,
ha muerto un amor más entre las sombras;
que tu boca otra boca ardiente besa,
ha muerto un amor más entre las sombras.
Hoy llevo en el sendero de la vida,
perdida para siempre la esperanza
jamás la blanca luz de tu sonrisa
dará su suave beso a mi guitarra.
Han muerto para mí las alegrías,
de aquel amor fugaz, no queda nada,
ocultaré el dolor de mis heridas
porque perdí la gloria tan soñada;
ocultaré el dolor de mis heridas
porque perdí la gloria tan soñada.
[♪♫♪ Puedes escuchar la ballada♪♫♪ pinchando aquí].
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