Yo te beso al irme
Humedezco tus labios y tu pecho
con mi palabra más profunda y más simple.
Te digo algo con ella, que sólo tú comprendes.
Algo de esperanza por cumplir, que sólo tú confías.
Yo te beso con un gesto rápido y seguro,
como de morder el pan o coger las herramientas.
Y te digo en un momento tantas cosas,
tantas cosas, que sólo tú recuerdas.
Yo te encierro con mis brazos al irme,
y te tapo los ojos con mi boca,
para que no sientas mi ausencia cuando parto
a defender el beso de otros días.
Porque nuestro beso no es un pétalo imposible
ni es el golpe de un aroma oculto:
es el pan que compartimos cada día,
y que deja en los labios el sabor heroico,
y en el rostro la alegría inmensa,
¡de haberlo conquistado juntos!
Humedezco tus labios y tu pecho
con mi palabra más profunda y más simple.
Te digo algo con ella, que sólo tú comprendes.
Algo de esperanza por cumplir, que sólo tú confías.
Yo te beso con un gesto rápido y seguro,
como de morder el pan o coger las herramientas.
Y te digo en un momento tantas cosas,
tantas cosas, que sólo tú recuerdas.
Yo te encierro con mis brazos al irme,
y te tapo los ojos con mi boca,
para que no sientas mi ausencia cuando parto
a defender el beso de otros días.
Porque nuestro beso no es un pétalo imposible
ni es el golpe de un aroma oculto:
es el pan que compartimos cada día,
y que deja en los labios el sabor heroico,
y en el rostro la alegría inmensa,
¡de haberlo conquistado juntos!
Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.
Enlace recomendado:
No hay comentarios:
Publicar un comentario