Quise comprarte un vestido que ayer vi,
y al preguntarme por tu talla contesté:
—«De sus medidas no me acuerdo,
mas tengo datos que en el alma me grabé,
a la que quier,o tanto tiempo he disfrutado,
de sus medidas solo en besos me las se.
Son veinte besos de su mano hasta su cuello,
son ciento treinta desde el cuello hasta sus pies,
noventa besos es lo que mide su pecho,
de su cintura son tan sólo veintiséis,
de su cadera, la verdad que no me acuerdo...,
siempre me pierdo cuando llego a ochenta y tres».
—«Hoy con mis labios otra vez vine a medirte.
Hoy beso a beso quiero recorrer tu piel,
y aunque hoy no pude regalarte ese vestido,
quiero besarte como ayer y como "antier".
Y cuando notes que al medir pierdo la cuenta,
hazme una seña y comencemos otra vez.
Y si notas que me pierdo, ¡avísame "mi'ja"
y empezamos de nuevo!».
—...« Son veinte besos de su mano hasta su cuello,
son ciento treinta desde el cuello hasta sus pies,
noventa besos es lo que mide su pecho,
de su cintura son tan sólo veintiséis,
de su cadera, la verdad que no me acuerdo...,
siempre me pierdo cuando llego a ochenta y tres».
—«Hoy con mis labios otra vez vine a medirte.
Hoy beso a beso quiero recorrer tu piel,
y aunque hoy no pude regalarte ese vestido,
quiero besarte como ayer y como "antier".
Y cuando notes que al medir pierdo la cuenta,
hazme una seña y comencemos otra vez.
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